domingo, 7 de junio de 2020

Las Gobernaciones Provinciales deben de ser reformadas mediante una ley

A propósito de la Gobernación, probablemente muy pocas personas saben que esta opera a través de la ley No. 2661, de la época de Trujillo, aprobada en el año de 1951.
Es importante conocer la ley para así entender porqué la mayoría de las provincias han tenido tan escasos desarrollo y porqué los Gobernadores por más esfuerzos que hagan muchas veces se convierten en figuras decorativas. Hay que analizar el espíritu y la esencia de la ley que permita ver el poder y el ámbito de acción que le confiere a los Gobernadores.
La ley No. 2661 es denominada: “Ley Sobre las Atribuciones de los Gobernadores Civiles de las Provincias”. La primera distorsión que tiene es que solo indica las facultades de quienes asumen el puesto, no es una ley de la instancia que representa, por lo que la Gobernación como entidad jurídica no existe, mucho menos define su naturaleza, ni su razón de ser como estructura provincial. En otra palabra y a manera de ejemplo: es como si existiera una ley que definiera las atribuciones del Alcalde, pero no la entidad que representa que en este caso es el Ayuntamiento. En la ley de los ayuntamientos se le da facultad jurídica para poder operar, se indica la estructura operativa, los departamentos, sus responsabilidades, su ámbito de acción e identificación de los recursos con que van a operar. En las Gobernaciones esto no existe porque no hay una ley que lo defina.
El otro problema fundamental está en sus atribuciones, la ley solo le da la facultad a los Gobernadores de ser representante del Poder Ejecutivo, pero sin definir su representación. También le da atribución de supervisión de las ejecutorias del gobierno y de vigilancia de actividades que tienen que ver con seguridad y de asuntos policiales. Aquí entramos a otro aspecto que tiene que ver con la visión con que se creó. Esta ley fue el producto de la necesidad que tenía Trujillo en tener el control de las provincias y para eso necesitaba alguien de confianza y con autoridad para vigilar las actividades subversivas del régimen, actuando los Gobernadores muchas veces como calieses de Trujillo, por eso esta ley faculta a la Secretaría de Interior y Policía como el lazo de comunicación de los Gobernadores con el Poder Ejecutivo, cuya vinculación se mantiene intacta.
A pesar de que al día de hoy estas prácticas han desaparecidos, no se ha avanzado mucho, porque las funciones que se han atribuidos los Gobernadores hasta donde se lo permiten no inciden de manera directa al desarrollo y cambio de vida de las provincias, porque solo se restringen en buscar una que otra ayuda, fundas de comidas, madera, zinc y canastillas del Plan Social de la Presidencia, hacen diligencias de nombramientos para militantes del partido de turno y que responda a sus intereses políticos, reciben comisiones del gobierno, ayudan a salir algún detenido en la Policía por asuntos menores, muchas veces recomiendan cancelaciones si se dan cuenta que algún nombrado participa en actividades en un partido contrario, y por problemas políticos interno, en ocasiones tramitan solicitudes de ayuda a los diferentes Ministerio o alguna Dirección descentralizada para atender reclamos y necesidades de la población, en la mayoría de las veces no le hacen caso y cuando suelen ver al Presidente si es que pueden le piden alguna obra de interés para la provincia la realidad es que pocas veces también le hace caso, le dan también unos "recursitos" mensual muchas veces con retrasos para que cuando alguien tenga una necesidad darle algo y finalmente usan su influencia para posicionamiento político.
En eso se reduce la labor de un Gobernador y dependiendo de su cercanía con el Presidente de la República puede mejorar un poco los resultados del esfuerzo que haga. Visto esta realidad inocultable, puede una provincia desarrollarse a través de la Gobernación con este esquema de trabajo?.
Es duro ver y darse cuenta de eso, pero lamentablemente es la realidad, por lo tanto, se impone con carácter de urgencia que haya una nueva ley, no de atribuciones para Gobernadores como la actual, sino, una ley que crea primero las Gobernaciones y defina las funciones de los Gobernadores, orientadas a labores propias de desarrollo, estableciendo con claridad su razón de ser, sus funciones, atribuciones, estructura operativa, recursos y defina la calidad jurídica ante las dependencias del gobierno que están en la provincia. Esta ley tiene que redefinir el rol de las Gobernaciones, pasar de una entidad asistencialista y política, a veces hasta de persecución política, a un instrumento de desarrollo para que mediante esa ley le cambie su naturaleza y le de la facultad para provocar cambios en la realidad y calidad de vida de las provincias.
Esa debe de ser la razón de ser de una Gobernación, y no la de siempre, que lo único que hace es producir paternalismo político, porque así la concibieron. Incluso hasta el nombre de Gobernación y del puesto de Gobernador debe de ser revisado, porque no hace función de gobierno como tal, la ley no lo faculta. Para que se entienda mejor, un Gobernador no puede ir a una simple escuela o a un hospital a realizar acción de gobierno y a tomar decisiones por encima del Director de Distrito o del Director Provincial de Salud, entonces y qué es lo que gobierna?. Por lo tanto, la etimología del nombre tiene que estar asociada a la naturaleza y definición de sus funciones.
A la Secretaría Nacional de Políticas Públicas del PRM de la que formo parte, le presenté un proyecto de creación de las Gobernaciones mediante una ley, para convertirla en un organismo técnico de desarrollo, que sirva de brazo operativo de las políticas públicas del gobierno en las provincias, que mida la efectividad de estas políticas territoriales dándole seguimiento a los programas y proyectos junto a las diversas oficinas sectoriales que existen del gobierno en la provincia. Que se active y se crea los Consejos Provinciales de Desarrollo como establece el Sistema Nacional de Planificación, que permita crear espacios de concertación y discusión con todas las instancias de la provincia, haciendo énfasis en los sectores productivos, ver sus necesidades, para mediante un plan de acción la economía pueda crecer, así poder crear empleos y con esto ir reduciendo la pobreza. Estos espacios de concertación deben de reunir también a las, asociaciones, grupos juveniles para apoyarlos en sus estudios y necesidades de empleos, mujeres, entidades eclesiásticas, profesionales, oficinas sectoriales que representan a los diversos ministerios del gobierno, fundaciones y cualquier grupo social de la provincia. Mi propuesta fue acogida y en la actualidad estoy junto a un grupo de profesionales trabajando e impulsando ese cambio de visión que deben tener las Gobernaciones Provinciales.
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Felix Alvarez, Pedro Chahin y 10 personas más
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