viernes, 26 de febrero de 2016


El 25 de febrero del 1844 El Seibo se declara
como el primer territorio libre 



Nueva vez El Seibo pone la diferencia en las luchas independentista, con el "Primer Grito de Independencia" que se dio en el país el 25 de febrero del 1844. El Seibo fue el primer territorio dominicano que declaró su independencia a  los haitianos, constituyendo este acontecimiento en un verdadero acto de patriotismo y heroicidad.

Los militares seibanos de aquel entonces fueron hecho preso en la guarnición dominada por el ejército haitiano, las esposas de esos hombres fueron al cuartel y en un acto de seducción combinado con mucha valentía, desarmaron a los guardias haitianos, lo hicieron presos y liberaron a sus esposos. Con este hecho, los militares seibanos tomaron el control de la guarnición y declararon a El Seibo territorio libre. Este acontecimiento provocó un efecto poderoso que llegó hasta Santo Domingo,  influyendo decididamente para que el 27 de Febrero del 1844 se diera el grito de independencia nacional.

Este monumento está compuesto de un trabuco con dos machetes a ambos lados, significando la independencia,  los machetes es un símbolo de combate seibano, porque fue con machetes que el ejército de seibanos comandado por Pedro Santana, pelearon en las diferentes batallas que libraron contra los haitianos. Por eso el trabuco con los machetes forman  del Monumento al Primer Grito de Independencia.  Esta es otra muestra del valor de El Seibo, constituyéndose en un lugar único en nuestro país. 

El desarrollo y construcción de este monumento y la Plaza Manuela Díez Jiménez, realizado por el Lic. Juan Reynaldo Valera Castillo, cuando fue Síndico, en el período 2002-2006, se hizo con el deseo de dar a conocer al país lo que la historia le ha querido negar a El Seibo.  Por eso es importante de que todos los seibanos mostremos el valor de nuestra tierra, para que el país y el mundo sepa el aporte y sacrificio realizado. La historia dominicana no registra este hecho, como otros también, pero la verdad siempre resplandece, nadie podrá ocultarla.

El Seibo es una tierra bendita, es el verdadero corazón del país, porque le ha dado amor sin esperar nada a cambio.


¡! QUE DIOS BENDIGA A EL SEIBO ¡!