martes, 4 de octubre de 2016

SIN LOS HURACANES NO PODRÍAMOS VIVIR

Los huracanes actúan coomo  controladores de temperaturas para las regiones tropicales. Los huracanes son como los aires acondicionados para la atmósfera terrestre, estabilizan la temperatura desde el ecuador hasta los polos (sur y norte) convirtiéndose en reguladores naturales del clima. 

El movimiento de masas de aire caliente forman vientos que disminuyen la temperatura en los trópicos, de no suceder esto, la vida sería muy difícil en esta región. Además, los huracanes son una fuente importante de agua dulce para los continentes, gracias a las lluvias que los acompañan.

Sin los huracanes sería imposible vivir en el trópico, porque absorben las altas temperaturas que se generan en esta zona liberándolas hacia la atmósfera. Por eso se forman en la época más caliente del año, constituyendo el antídoto que detiene estas altas temperaturas. Sin estos fenómenos naturales no hubiera manera de como detener el aumento del calor, haciendo invivible para los humanos en esta región donde nos encontramos.

Las regiones tropicales requieren del enfriamiento de un huracán para liberar calor. Si los trópicos no pueden enfriarse, se sobrecalentarán. El calor excesivo de los trópicos también haría que las regiones polares del planeta se volvieran más frías. Las regiones tropicales se harían más prevalecientes al igual que las áreas de frío extremo. Las regiones templadas virtualmente dejarían de existir. Todo el sistema climático del planeta cambiaría sin el beneficio de los huracanes para ayudar a controlar la temperatura.

Sin huracanes anuales, las regiones tropicales seguirían calentándose hasta la creación de una súper tormenta. La tormenta se formaría cuando la abundancia de calor se liberara repentinamente en la atmósfera. Los huracanes menos severos ayudan a prevenir las súper tormentas que podrían causar daños extremos. Los huracanes ocasionales bajan la temperatura del agua, lo cual evita la formación de súper tormentas. La temperatura más baja del agua también ayuda a prevenir la formación de tormentas continuas.

A medida que se forma la tormenta, recolecta evaporación del agua y la lanza a la atmósfera. Las gotas de agua contienen altos niveles de calor. El calor ayuda a desarrollar, mantener y fortalecer al huracán. A medida que la tormenta absorbe cantidades masivas de calor, baja la temperatura de la región tropical que la rodea.

2 comentarios:

  1. Interesante enfoque. Es el lado "bueno" de los temidos huracanes.

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  2. Interesante enfoque. Es el lado "bueno" de los temidos huracanes.

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